Desde Roma... Año 2004, el año del Ecumenismo para Juan Pablo II
Desde Roma...
El año 2004 será recordado como el “año del ecumenismo” de Karol Wojtyla. El anciano Papa tiene prisa por lograr la unidad con ortodoxos y protestantes y ha dado varios pasos decisivos, especialmente con los primeros, durante este año. En su discurso navideño hizo balance y recordó que esta es “su prioridad” y que “es urgente” llevarla a término.
En opiniñon de Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso,"It's a message to the world: the Church stand together for peace and reconciliation. But in order to be a credible instrumetn of reconciliation they must reconcile themselves".
La brecha con la iglesia anglicana es aún mayor desde que se aceptó nombrar obispo a un sacerdote abiertamente homosexual. Por su parte, la Iglesia Ortodoxa, de la que está separada desde el año 1054, tampoco reconoce el primado del obispo de Roma ni su infalibilidad.
El prestigioso cardenal de Venecia, Angelo Scola, uno de los rostros del ecumenismo católico, es optimista. Scola cree que “sulla questione del primato abbiamo raggiunto una base minima e interessante nel fatto de voler guardare il problema dal punto di vista della teologia non dal punto di vista della storia o delle questione pratiche”.
La ceremonia más representativa del año tuvo lugar en San Pedro, el pasado 27 de noviembre. Fue la entrega a la máxima autoridad del mundo ortodoxo de las reliquias de dos santos anteriores al cisma, San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianceno.
En 1204 los cruzados robaron unas reliquias de estos santos durante el saqueo de Constantinopla. Sin embargo, el Vaticano asegura que tenía las reliquias que el Papa entregó desde el siglo VIII, unos 300 años antes del saqueo de Constantinopla. En cualquier caso, el valor simbólico de la ceremonia no pasó desapercibido a ninguno.
El Patriarca de Constantinopla Bartolomé I reconoció que era “un passo molto importante verso la piena unità tra le nostre Chiese sorele, che apreziamo molto da parte del Patriarcato Ecumenico e di tutta la Ortodossia”.
También Juan Pablo II ha intentado recuperar el terreno perdido con el patriarcado de Moscú, que manifiesta mayor indiferencia hacia el Vaticano, cuando no abierto enfrentamiento. El líder de los ortodoxos rusos acusa al Vaticano de proselitismo en zonas de la antigua Unión Soviética.
Una delegación del Vaticano entregó en agosto pasado a los ortodoxos rusos el icono de la Virgen de Kazan, una de las copias más antiguas de una de las imágenes de la Virgen más veneradas en Rusia.
El Papa daba mucha importancia a esta imagen y quería entregarla de persona, mientras que el Patriarca de Moscú restó importancia y recordó que sólo era una copia.
Kasper mantiene la esperanza. "We must be patient, we must help them. But we must - and this is very important- recognize their proper spirituality, the richness of their liturgy, their theology, their tradition... These Churches can enrich us, as we can enrich them. Ecumenism is an exchange of gifts: this is the definition given by John Paul the Second".
Juan Pablo II no pierde la esperanza de ir a Moscú. Ha intentado visitar Rusia, pero no contó con la autorización de la Iglesia Ortodoxa. Sí ha recibido la invitación para visitar Constantinopla, la actual Estambul, en Turquía, pero por motivos de salud y seguridad el viaje no se ha hecho.
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