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lunes, enero 23, 2006

VATICANO. ENCÍCLICA. "La sociedad manosea la palabra amor"



POR SORPRESA El Papa rompe el embargo informativo sobre la encíclica

Entre la curia circulan copias de la primera encíclica de Benedicto XVI, pero en el Vaticano reina la discreción. Hasta el miércoles a mediodía, sólo el Papa está autorizado a hablar de “Deus Caritas est”. El Papa ha roto el embargo informativo.

Un texto con el que Benedicto XVI se propone “mostrar la humanidad de la fe: Dios tiene un rostro y un corazón humanos”. Además, atacará el corazón del relativismo: “La fe no es una teoría que puede asumirse o dejarse de lado”, explicó. “Es algo concreto: es el criterio que decide nuestro estilo de vida”.

Con la encíclica Benedicto “desearía dar a la palabra amor su valor originario”, según reconoció. “Está tan malgastada que casi da miedo pronunciarla. Pero es una palabra primordial: no podemos abandonarla. Debe iluminar nuestra vida”.

Para ilustrar ese significado originario, Benedicto XVI se sirvió del último canto de la Divina Comedia. Allí, Dante, llegado al último grado del Paraíso, se encuentra ante la Luz que es “amor que mueve el sol y las estrellas”, “un Dios con rostro y corazón humanos” en palabras de Benedicto.

“Los temas Dios, Cristo y Amor están fundidos para ser la guía central de la fe cristiana”, explicó. El Papa teólogo no quiere ofrecer una teoría sino “una contemplación comprensión de la fe que nos transforme”. “En una época en que asistimos al abuso de la religión hasta la apoteosis del odio, la sola racionalidad neutra no logra protegernos: necesitamos al Dios vivo que nos amó hasta la muerte”.

“Deus Caritas est” parte mostrando “cómo el ser humano es creado para amar y como éste amor que inicialmente aparece sobre todo como “eros” entre hombre y mujer, después debe transformarse interiormente en “ágape”, en don de sí al otro para responder a la verdadera naturaleza del “eros”.

Y no sólo individualmente, porque “el ágape debe convertirse en un acto esencial de la Iglesia. La organización eclesial de la caridad no es una forma de asistencia social que se añade casualmente a la Iglesia”, aseguró.









 

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