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jueves, enero 12, 2006

VATICANO. ALÍ AGCA. Sale de la cárcel el terrorista que intentó asesinar a Juan Pablo II


El lobo gris gira en libertad

Desde hoy circula libremente uno de los hombres más enigmáticos del siglo XX. Alí Agca está en régimen de libertad condicional por lo que deberá firmar todos los días en una comisaría cercana a su casa.

Poco después de las ocho y media de la mañana, Agca abandonó la cárcel de máxima seguridad de Kartal, cerca de Estambul, el mismo presidio del que se escapó en 1979.

En la puerta le esperaban su hermano Adnan y su abogado Mustafà Demirbag. Los tres entraron en un mercedes blanco y salieron del recinto escoltados por un gran dispositivo policial. Justo en la puerta, le lanzaron un ramo de claveles con los colores de los independentistas turcos.

Adnan Agca explicó que las autoridades italianas y el Vaticano habían ofrecido escoltas a Ali Agca a cambio de colaboración para aclarar los misterios que rodean el intento de magnicidio. La familia Agca no aceptó la ayuda “porque ya el pueblo turco nos defiende y gracias a su apoyo Ali ha sido liberado. Además, en Turquía hay suficientes guardaespaldas”.

El Vaticano negó haber hecho este tipo de ofrecimiento al ex terrorista. Lo que no significa que no necesite protección. Un juez italiano alertó de que la seguridad personal de Ali Agca corre peligro si quienes le encargaron el asesinato de Juan Pablo II sospechasen que puede hablar “demasiado”.

La prensa turca aventuraba que si sale de la cárcel es porque ya ha revelado todo lo que sabe o porque las amenazas que le impedían hablar continúan siendo efectivas.

La figura de Alí Agca se relaciona también con la desaparición en 1983 de la joven ciudadana vaticana Emanuela Orlandi. Los secuestradores exigían la excarcelación de Agca para liberar a la joven. Agca negó su relación con el secuestro, pero se ofreció a mediar si le permitían salir de la cárcel.

Ahora que está en libertad, la familia Orlandi ha pedido al ex terrorista que les ayude a resolver definitivamente el caso.

Pero para Agca, por ahora es prioritario ajustar sus cuentas con el ministerio de Defensa. De 48 años, debe todavía hacer el servicio militar. Al ser mayor de 40, se acoge a la posibilidad de pagar una cantidad y hacer la mili sólo por un mes. Pero para librarse de ese mes, su abogado ha presentado un informe con los “daños psicológicos derivados de 25 años de prisión”.

Agca ha pedido encontrarse con el Papa Benedicto XVI, en Roma o en Turquía, un encuentro que por ahora no parece inminente.



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