Un proceso rápido pero riguroso

¿Cuándo será beatificado?


La dispensa acelera un proceso frenado sólo por la grandeza de Juan Pablo II.
No es fácil establecer tiempos, pero será largo. Una comisión de historiadores analizará las más de 80 mil páginas escritas por Juan Pablo II. Su dictamen se unirá al del tribunal que investigará la vida y virtudes del Papa polaco a través de testimonios de quienes lo conocieron de cerca.
Fruto de este trabajo, no antes de 3 o 4 años, se redactará la “positio”, prácticamente una tesis doctoral sobre el candidato. Un grupo de teólogos la estudiará y decidirán si Juan Pablo II merece el título de beato.
En caso positivo, los obispos y cardenales de la congregación añaden su placet y la pasan al Papa. En ese caso, el Papa reconocerá las “virtudes heroicas” de Juan Pablo II y lo declarará venerable.
Después, deberá demostrarse un milagro de Juan Pablo II para que lo beatifiquen. Hasta aquí el record de brevedad lo tiene la Madre Teresa, con 6 años, pero una producción escrita bastante más reducida. No es probable que Juan Pablo II tarde menos. Más adelante, el Papa Wojtyla deberá hacer otro milagro para ser declarado santo.