Suspendido tres semanas el religioso sospechoso de espionaje

Algo así como unas “vacaciones forzadas” para el dominico acusado de espionaje al Papa, que multiplican el misterio en torno Konrad Hejmo, el dominico polaco de 69 años acusado la semana pasada de haber espiado a Juan Pablo II durante la década de los 80.
Los superiores del religioso han venido desde Polonia y le han sugerido que se tome unas discretas vacaciones.
Mientras tanto, ellos mismos intentan entender hasta qué punto estaba implicado en las actividades de espionaje de los servicios secretos polacos.
Los archivos polacos de los que partió la acusación se refieren al dominico no como un espía sino como un “contacto operativo”, aunque no es fácil concretar el significado de esta función.
Probablemente hasta finales de mes, el padre Hejmo abandonará su trabajo en el centro pastoral para peregrinos polacos de Roma, que dirige desde 1984.
Por su parte, el padre Hejmo insiste en su inocencia y repite que le utilizaron.
El Vaticano no ha hecho ninguna declaración oficial al respecto, aunque informalmente recuerda que el religioso no trabajó oficialmente para ningún organismo de la Santa Sede.