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viernes, mayo 13, 2005

Benedicto XVI acelera los plazos para canonizar a Juan Pablo II el Grande

Benedicto quiere llevar a los altares cuanto antes a Juan Pablo II Posted by Hello


Juan Pablo II ya está camino de los altares. El Papa Benedicto XVI autorizó ayer por sorpresa la apertura “inmediata” del proceso. Una medida absolutamente novedosa, si se tiene en cuenta que la ley obliga a que se esperen cinco años.
Desde ahora el Papa polaco es el “Siervo de Dios” Juan Pablo II, título que reciben los candidatos a la beatificación.
El Papa lo anunció durante un encuentro con los sacerdotes de la diócesis de Roma. “Antes da darles a ustedes la palabra, quiero comunicarles una buenísima noticia”, adelantó Benedicto XVI. “Es una comunicación que me ha llegado hoy de la congregación para las Causas de los Santos”.
El Papa mantuvo el suspense y comenzó a leer en latín. “A instancia del Cardenal Vicario de Roma”, decía el texto, “el Sumo Pontífice Benedicto XVI ha dispensado de los cinco años de espera tras la muerte del Siervo de Dios Juan Pablo II...”.
El texto continuaba pero quienes lo oían lo interrumpieron con aplausos. El Papa también se puso en pie y comenzó a aplaudir con el resto de los sacerdotes romanos.
“Veo que todos ustedes entienden el latín bastante bien...”, bromeó el Papa.
Y terminó de leer el decreto: “...para que la causa de canonización y beatificación del Siervo de Dios pueda comenzarse inmediatamente”.
El decreto estaba firmado con fecha del pasado lunes 9 de abril, pero el Papa quiso hacerlo público ayer quizá sin saber que era la fiesta de la Virgen de Fátima. Así, una vez más, queda ligada la figura del Papa polaco al misterio de Fátima, veinticuatro años después del atentado contra el Papa en la plaza de San Pedro.
El decreto, por lo tanto, dispensa de la norma canónica que exige cinco años de espera después de la muerte de una persona antes de abrir su proceso de beatificación.
La medida de Benedicto XVI ha sido totalmente inesperada y, de alguna forma, choca también con la fama de “riguroso” que tiene el nuevo Pontífice. La decisión no es irrelevante. Benedicto ha sustituido esos cinco años por poco más de un mes, el tiempo que ha pasado desde la muerte de Karol Wojtyla el pasado 2 de abril.
El texto no incluye las motivaciones de la decisión, pero la justifica dadas las “peculiares circunstancias” que el cardenal vicario de Roma, Camilo Ruini expuso al Papa en la audiencia del 28 de abril.
“Peculiares circunstancias” que pueden fácilmente suponerse y que sería casi imposible enumerar.
Los procesos de canonización siguen la Constitución apostólica del 25 de enero de 1983, Divinus perfectionis Magister. Esta norma no prevé el nombramiento de santos por aclamación. Sin embargo, sin duda al Papa Benedicto XVI no le han pasado inadvertidas las manifestaciones de devoción popular que se han repetido desde la muerte de Juan Pablo II, especialmente en los días inmediatamente posteriores al fallecimiento del Pontífice.
Juan Pablo II fue calificado ya en vida “el Papa de la santidad evidente”. Varios millones de personas esperaron en colas de hasta 24 horas sólo para pasar unos segundos ante el cadáver del Pontífice.
Durante el funeral, pancartas con el texto “santo súbito” invadieron la plaza de San Pedro. En sus 26 años de pontificado no ha escatimado medios para cumplir su misión, esfuerzos que le han valido el título de “atleta de Dios”...
La única dispensa precedente sería la concedida por expreso deseo de Juan Pablo II para el proceso de la Madre Teresa, proclamada beata sólo seis años después de su muerte.

 

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