Muy pocos pueden ver al Papa

Muy pocos han podido ver la habitación desde la que mañana el Papa bendecirá al mundo. El doctor Angelo de MARZO es uno de ellos. Formaba parte del equipo que atendió al Papa en sus anteriores temporadas en el Gemelli. Recuerda muy bien aquellas habitaciones.
“No es una gran habitación. Tiene una cama, un sillón, pero sorprende porque es un poco limitada”.
Pocos la han visto porque muy pocos están autorizados a visitar al Papa enfermo. Aparte de los médicos y sus secretarios, desde el martes sólo el número dos del Vaticano, el cardenal Sodano y Joaquín Navarro-Valls, el vocero de la Santa Sede, habían entrado en el apartamento.
Hoy se les ha sumado el obispo italiano Vincenzo Paglia. Representaba a los 82 obispos y miembros de otras confesiones cristianas, que se han acercado al hospital sólo para rezar por la salud del Papa. Cuando el Papa ha sabido que estaban allí, ha querido que subieran a saludarlo Salía especialmente satisfecho y que daba noticias tranquilizadoras sobre la salud de Karol Wojtila. “El Papa se ha alegrado mucho cuando ha sabido que habían venido obispos a rezar por su salud”.