VATICANO Y CHINA. Ambos reconocen que están negociando
Más cerca de un acuerdo
Este fin de semana el ministro de Exteriores del Vaticano, monseñor Giovanni Lajolo reconoció que China y la Santa Sede ya han comenzado a hablar. “La Santa Sede ha intentado hacer ver las necesidades de la Iglesia en China a través de contactos informales”, explicó Lajolo.
Un gran paso adelante porque hasta ahora Pekín no respondía a las llamadas procedentes de la Santa Sede o lo hacía para eliminar toda esperanza de diálogo exigiendo que primero rompa relaciones con Taiwán.
“Ha habido altibajos en las conversaciones, como sucede en todas las negociaciones, pero parece que no han faltado frutos”, añadió Lajolo.
Pero el ministro en sus declaraciones se refirió también a “niveles intermedios” que se mueven en dirección contraria a la de las altas autoridades de Pekín “que sí que muestran su voluntad de regularizar las relaciones”.
Ayer mismo, EFE informaba de que un portavoz de la Iglesia Patriótica china, única institución católica autorizada por Pekín a cambio de romper sus vínculos con Roma, destacó que desea una futura visita del Papa Benedicto XVI a China, “pero cumpliendo las condiciones impuestas” por el Gobierno chino.
Este fin de semana monseñor Lajolo aseguró que el Papa desea “grandemente” visitar China, “pero que es imprescindible que lo invite el gobierno chino”.
“El Papa no dudaría de aceptar la invitación aunque llegase en el año 2008, cuando tendrá 81 años”, aseguró Lajolo a varios medios de Hong Kong.
El vicepresidente y portavoz de la Iglesia Patriótica, Liu Bainian, declaró a EFE que el interés del Sumo Pontífice en viajar a China”es un deseo del Papa y nuestro”. Las condiciones, ya expresadas por Pekín en numerosas ocasiones, son la ruptura con Taiwán y la promesa de Roma de no interferir en los asuntos religiosos internos de China, especialmente el nombramiento de obispos. ”Lo importante es que el Vaticano dedique más esfuerzos para la mejora de las relaciones con China, en base a los dos puntos expuestos por Pekín”, añadió el portavoz. La prensa de Hong Kong recoge que Benedicto XVI señaló en Roma a la delegación de la ex colonia británica, que su viaje a China, dependen de "los designios de Dios".
China es uno de los pocos países del mundo que no pudo visitar su antecesor, Juan Pablo II.
La Santa Sede y China no mantienen relaciones diplomáticas desde la década de los 50, y ningún Papa ha viajado al país asiático en toda la historia, aunque Pablo VI viajó a Hong Kong en 1970, cuando el territorio era todavía colonia británica.
El Vaticano ha mirado con atención la reacción de China al nombramiento de cardenal al combativo obispo de Hong Kong, Joseph Zen, al que Pekín considera una piedra en el zapato.
El ahora cardenal ha criticado en numerosas ocasiones la represión china de la libertad religiosa.
El nombramiento que, obviamente, no ha gustado al gobierno comunista, pero la reacción no ha sido exagerada. Es la prueba de que algo está cambiando entre los susceptibles jerarcas de Pekín.
Roma se ha encargado de repetir continuamente que “la decisión de Benedicto XVI de incluir a Zen entre los 15 neo cardenales, es la prueba del gran amor que siente por China”.
Lajolo aseguró que se trata de un reconocimiento “del gran valor de la cultura y la tradición china y del papel que el país tiene hoy en el mundo”.
El portavoz Liu también comentó el reciente nombramiento como uno de los nuevos cardenales de Roma del obispo de Hong Kong, Joseph Zen, quien según los analistas actuará como mediador en el proceso de acercamiento entre el Vaticano y China. Liu señaló al respecto que su Iglesia no ha emitido ninguna felicitación oficial "ni a Zen ni a ninguno de los otros 14 cardenales creados", y que la relación de la Iglesia de Pekín con la de Hong Kong sigue siendo "de hermandad y no intervención”.
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