El Papa dado de alta. OK, pero, ¿cómo está?

El Papa mantiene el pequeño tubo en la garganta que le da una enorme sensación de alivio ya que le permite respirar. A la vez, el corazón y los pulmones reciben nuevas fuerzas.
A cambio de volver a casa, el Papa no podrá, teóricamente, hacer discursos ni participar en ceremonias públicas.
Por ahora, sólo ha confirmado que asistirá a la bendición Urbi et orbi del domingo de resurrección. Sin embargo, si ha conseguido salir antes del hospital, a nadie extrañaría que participase en alguna ceremonia.
No será fácil convencerle, por ejemplo, de quedarse en casa el próximo domingo, con la plaza de San Pedro repleta de jóvenes con motivo de la jornada de la juventud.