¿Quién será el próximo Papa?

Uno de estos 115 sucederá a Juan Pablo II 


Sólo el Espíritu Santo sabe el nombre del próximo Papa. Esto no significa que los cardenales se dejarán llevar por efluvios más o menos carismáticos en el próximo cónclave. Tanto el Espíritu Santo como sus eminencias se guiarán por el sentido común. Tarea nuestra es averiguar qué tienen en la cabeza.
Los cardenales elegirán el Papa que necesite la Iglesia. La pregunta es, ¿qué necesidades tiene la Iglesia? En 1978 el colegio de cardenales guiñó un ojo a la Iglesia perseguida en el Este de Europa. Juan Pablo II ha sido el Papa que derribó el muro de Berlín.
Ahora se podría hablar de tres o cuatro desafíos que podrían marcar las dos corrientes del cónclave: el Islam, la secularización de Europa, la globalización y la bioética. El nuevo Papa será quien esté mejor preparado para afrontarlos.
Por un lado, están quienes consideren que la Iglesia necesita un “Papa testimonio”, como ha sido Juan Pablo II. Un Papa que esté materialmente cerca de la Iglesia que sufre. Un Papa social y político. Un Papa que supiera afrontar el desafío de la globalización, el Islam y la guerra. En este caso, el candidato más firme es el arzobispo de Bombay, Iván Dias o el hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga.
Juan Pablo II ha sido un Papa extremadamente activo fuera de los muros del Vaticano. La actividad del Vaticano se ha descentralizado, y no pocos piensan que sería bueno un Papa que ponga en orden la curia romana. Esta opción tiene como ventaja que serviría como transición tras el largo pontificado del Papa Wojtylla. En este caso los principales candidatos son el cardenal Ratzinger, el que fue su número 2 y actual cardenal de Génova Tarcisio Bertone, el cardenal de Milán, autor “material” de las encíclicas morales de este pontificado, Dionigi Tettamanzi, o el Patriarca de Venecia, Angelo Scola.
Puesto que no son corrientes opuestas, podría ser que los purpurados busquen un candidato de consenso que encarne ambas. En ese caso, serán estos mismos “papables” quienes apunten el dedo hacia la persona elegida.
Entre los nombres que se pronuncian en los pasillos vaticanos para encarnar este papel “mediador” está el del arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, el de Viena, Christoph Schönborn, o el del prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el portugués José Saraiva Martins. Aunque, eso sí, la última palabra la tiene el Espíritu Santo.