Los médicos consultaron al Papa antes de operarlo

“¿¿Pero qué me han hecho??...”, escribía en un tono bromista en una de esas notas revelada por el portavoz del Vaticano a la prensa. En la misma hoja incluía “y sin embargo yo soy siempre totus tuus”, “todo tuyo” en referencia al lema de su escudo pontificio.
“Totus Tuus” es el saludo del Papa a la Virgen, con el que confirma que continúa abandonado a la voluntad de Dios, y por tanto, con la intención de seguir siendo Papa hasta el final.
Para la operación a la que fue sometido el Papa necesitó anestesia general. La intervención duró media hora. Antes de operarlo, la decisión fue consultada con Karol Wojtyla, que dio su aprobación. “Es una pequeña operación”, le dijeron los médicos. “Pequeña según para quién”, respondió el Papa.
Al salir del quirófano, el Papa movió la palma de las manos en tono amenazador, entre sonrisas, diciendo a los médicos que todo había ido bien.
Para la prensa italiana “no es momento de hablar de dimisión dada la gravedad de la salud del Papa”. Una percepción de gravedad que desde el Vaticano se intenta mitigar. “El Papa está grave, pero la situación no es preocupante”, aseguró un cercano colaborador del Papa.
Efectivamente, entre el equipo médico se respiraba ayer un clima de tranquilidad, “más sereno y tranquilo que durante la pasada convalecencia del Papa”. Eso sí, esta vez será mucho más difícil que permitan al Papa asomarse a la ventana para el ángelus del domingo.